La Cumbre del Clima COP21 lleva celebrándose hace unos días en París, en medio de un clima de estado de excepción con desproporcionadas medidas de seguridad contra los movimientos sociales, donde prima una retórica de grandes discursos que de momento no se han traducido en compromisos concretos y estrategias que ante un reto global continúan primando la clave nacional. La cumbre va demostrando un consenso climático generalizado, se comparten los diagnósticos pero no las consecuencias que se derivan de los mismos. Seguir leyendo