Recientemente se presentaba el último Informe del PNUD, donde se afirma que la humanidad está convirtiendo el mundo en un lugar cada vez más inseguro y precario, donde 6 de cada 7 personas en el mundo sufren sentimientos de inseguridad. Este revela la creciente sensación de inseguridad entre la población, a pesar de los años de avance en el desarrollo, y hace un llamado a promover la solidaridad y reorientar los esfuerzos en el ámbito del desarrollo.
Vincula estas nuevas amenazas con la desconexión entre las personas y el planeta, argumentando que estas amenazas —como el Antropoceno mismo— están profundamente interrelacionadas con la creciente presión planetaria.
Algunos datos:
- Las crisis conjuntas podrían conllevar que entre 75 y 95 millones de personas más vivan en la extrema pobreza en 2022, en comparación con las estimaciones anteriores a la pandemia.
- Alrededor de 1 de cada 10 personas en el mundo padece hambre y casi 1 de cada 3 carece de acceso habitual a una alimentación adecuada.
- La tasa de vacunación descendió por primera vez en 10 años y aumentaron las muertes por tuberculosis y malaria.
- Se calcula que la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25 % en 2020, siendo los jóvenes y las mujeres los más afectados.
- Se calcula que 17 millones de toneladas métricas de plástico entraron en los océanos del mundo en 2021 y se espera que el volumen de contaminación por plástico que entra en el océano se duplique o triplique para 2040.
- Alrededor de 24 millones de alumnos, desde preescolar hasta la universidad, corren el riesgo de no volver a la escuela.
- El número de usuarios de Internet aumentó en 782 millones hasta alcanzar los 4.900 millones de personas en 2021, frente a los 4.100 millones en 2019.
- En los países con rentas bajas, la relación entre el servicio de la deuda total, pública y la que garantiza el Estado y las exportaciones aumentó una media del 3,1 % en 2011 hasta el 8,8 % de media en 2020.