Artículo publicado por nuestro compañero Florent Marcellesi en El Español
El Parlamento Europeo ha mostrado el camino. De cara a la nueva Ley climática europea, ha votado a favor de aumentar la ambición climática, proponiendo reducir en un 60% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Es una gran noticia.
Al igual que estamos aprendiendo a alinearnos con la ciencia para enfrentarnos a la emergencia sanitaria, también el Parlamento Europeo ha reconocido una evidencia: es hora de alinearnos con la ciencia para enfrentarnos a la emergencia climática y cumplir con el Acuerdo de París.
Quién va a pagar las peores consecuencias de no hacer nada contra el cambio climático, o demasiado poco o demasiado tarde, es la juventud. Son la generación que vivirá la mayor parte de su vida los efectos devastadores de la pandemia climática.
Las inundaciones, DANAs, sequías y megaincendios más frecuentes y extremos repercutirá negativa y directamente en su bienestar y salud. Es más: luchar de forma ambiciosa contra el cambio climático es la mejor manera de crear muchos empleos a través de una economía verde próspera y robusta. Esta cuestión de democracia generacional demandaba una respuesta a la altura de las instituciones, y el Parlamento Europeo ha dado un paso en la dirección correcta.
Y el Parlamento Europeo no está solo. En el debate de la Unión del mes pasado, la presidenta de la Comisión Europea, además de poner el cambio climático en el centro de la acción de la Unión Europea, también propuso una mayor ambición climática para 2030. De igual manera, el recién estrenado Gobierno belga, conformado por liberales, socialistas y verdes, aumentó su ambición a nivel federal, proponiéndose como meta para 2030 reducir en un 55% sus emisiones de CO2. Europa se mueve. Y ¿España?
Pues en nuestro país, el Gobierno de coalición solo ha propuesto reducir un 20%, a lo sumo 23%, las emisiones de CO2 en 2030. Si bien este Gobierno está haciendo mucho más que sus predecesores en acción climática, la meta anunciada en el proyecto de Ley de Cambio Climático y en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima es claramente insuficiente. Está alejada de lo requerido para cumplir con la ciencia y la juventud.
Como bien reza el propio borrador de Ley de Cambio Climático y como marca el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, para ello es necesario reducir las emisiones globales un 7.6% cada año entre 2020. Sin embargo, con la propuesta del Gobierno, España apenas estaría reduciendo sus emisiones a un ritmo del 3% anual. Menos de la mitad de lo requerido y lo justo.
Ahora bien, estamos a tiempo y tenemos margen para enmendar esta insuficiencia. Puesto que el proyecto de Ley de Cambio Climático se está debatiendo en el Congreso en estos momentos, allí podemos y debemos aumentar la ambición climática de nuestro país hasta lo recomendado por la ciencia: un 55% de reducción de emisiones para 2030.
Y la buena noticia es que hay mayoría suficiente como para conseguirlo. En el Parlamento Europeo, verdes, liberales, social-demócratas e izquierda sumaron sus votos para dar este gran paso adelante.
Desde diferentes opciones políticas, y como muestra de coherencia con el Plan de Recuperación que hace de la transición ecológica una prioridad, es el momento de sumar también en España. A su vez sería una palanca extraordinaria para la creación de una gran cantidad de empleo limpio y sostenible. Siguiendo la senda europea y para alinearnos con la ciencia, es hora de pasar de las palabras a la acción. España puede y debe aumentar su ambición climática.