Slow Food presenta su nuevo documento sobre biodiversidad: la solución es la agroecología
«Deberíamos celebrar la biodiversidad cada día, no solo el 22 de mayo», comenta Edie Mukiibi, vicepresidente de Slow Food. «¿Por qué? Porque la biodiversidad es lo que permite a los sistemas agrícolas resistir y superar los problemas medioambientales, las pandemias y las crisis climáticas. Ofrece servicios esenciales para el ecosistema, como la polinización y la fertilidad del suelo. Permite producir alimentos con menos impacto sobre los recursos no renovables y menos influencias externas, como los pesticidas. Es esencial para nuestra supervivencia».
Hace más de 20 años que Slow Food trabaja en la biodiversidad que sustenta la agricultura y la producción alimentaria: especies y variedades de plantas, razas animales, insectos beneficiosos, microorganismos, ecosistemas, conocimientos y cultura. Fue una de las primeras organizaciones que centró la atención sobre la diversidad doméstica (variedades y especies cultivadas) y fue la primera en todo el mundo en considerar las técnicas de elaboración y los productos elaborados (como panes y quesos) como parte integral del patrimonio de nuestra biodiversidad. «Ahora más que nunca, si queremos garantizar una comida buena, limpia y justa para todos tenemos que empezar por la biodiversidad e invertir un modelo de producción que sigue generando desastres medioambientales y sociales y socavando los cimientos de la seguridad alimentaria tanto para las generaciones actuales como para las del futuro».
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