Desde el Club de Roma han realizado un documento destinado a los lideres del G20, donde plantean que la cooperación internacional es esencial para resolver las amenazas existenciales futuras y garantizar la recuperación económica, asumiendo que ha llegado el momento de restablecer el equilibrio entre las personas y la naturaleza de forma que se fortalezca la resiliencia de cara al futuro.
El documento plantea una serie de ideas fuerza como que «resulta necesario construir una nueva economía global que garantice un futuro equitativo, inclusivo y sostenible para todos. Esto exige que los paquetes de recuperación y los planes de estímulo fiscal estén diseñados para fomentar una estrategia de salida y recuperación de COVID 19 que dé prioridad al desarrollo económico circular regenerativo, con bajas emisiones de carbono en lugar de rescatar políticas que subsidien industrias no sostenibles y contaminantes».
«Al recuperarse de COVID-19 tiene sentido actuar sobre el clima, proteger la naturaleza y promover la salud y el bienestar. Afortunadamente, existe un argumento comercial y económico muy sólido para abordar la emergencia planetaria a través de un enfoque más sistémico. Las personas, el planeta y la prosperidad deberían mantenerse en la cima de la agenda en 2020 y más allá».
«Los gobiernos deben enfocarse en cronogramas y objetivos claros para cumplir con sus compromisos con el Acuerdo de París y los ODS, y construir la resistencia necesaria para reducir los riesgos de futuras crisis dentro de nuestros sistemas económicos, financieros y sociales. El bienestar y el bienestar para todos en lugar del crecimiento del PIB deberían ser los objetivos finales para el futuro. La voz de los ciudadanos debe incluirse en la toma de decisiones para dar forma a un futuro más inclusivo. Las soluciones incluyen invertir en energía renovable en lugar de combustibles fósiles; invertir en proteger la naturaleza y la reforestación; soluciones basadas en la naturaleza; invertir en sistemas alimentarios seguros y sostenibles y agricultura regenerativa; y, cambiando a una economía más local, circular y baja en carbono. Estas acciones positivas también pueden ser una fuente muy necesaria de esperanza colectiva y optimismo en estos tiempos inciertos».
Un contudente documento que puede encontrase: AQUÍ