Nos alegramos de compartir una nueva publicación de la colección Tiempo de Transiciones, donde vamos recogiendo textos que nos permitan avanzar en la producciónn de conocimiento y en la elaboración de propuestas en torno a cuestiones relacionadas con la crisis ecosocial, ausentes en el actual panorama político y cultural.
En esta ocasión os presentamos un texto de Santiago Alvárez Cantalapiedra donde se aborda el papel que pueden jugar las religiones a la hora de abordar cuestiones ecosociales.
¿Pueden aportar algo las religiones en la búsqueda de respuestas a la crisis ecosocial? La gravedad de la situación actual reclama buena información, mejor conocimiento y altas dosis de sabiduría para enjuiciar nuestros comportamientos colectivos y orientar nuestras elecciones. Tal vez la añoranza de sabiduría en un mundo ciego intoxicado de información y amenazado por los excesos fáusticos de la tecnociencia ayude a explicar la atención que la espiritualidad suscita en nuestros días. Redescubrir la sabiduría aún presente en la mayoría de las tradiciones religiosas o en las cosmovisiones de los pueblos oprimidos por las potencias coloniales o poscoloniales puede ayudar a cambiar nuestras representaciones sobre la naturaleza y la función que dentro de ella el ser humano se ha arrogado. Las religiones siguen siendo relevantes en las motivaciones y comportamientos de las personas, y pueden desempeñar un papel nada despreciable en los procesos de aprendizaje social, en el cambio de mentalidades y en la formación de nuevas subjetividades y discursos contrahegemónicos. Tampoco es desdeñable su contribución a una ética planetaria. Una ética que si viene acompaña –como plantea Laudato si’– de una espiritualidad de la compasión y la esperanza, se muestre capaz de impulsar una revolución antropológica que, en términos de la encíclica, es denominada conversión ecológica integral.
Enlace al texto completo: AQUÍ.