Artículo de Lourdes Lucía y Alberto Fraguas publicado en CTXT
“La sociedad no existe. Existen hombres y mujeres individuales, y existen las familias”. Estas palabras, pronunciadas por Margaret Thatcher en 1987, reflejan muy bien la filosofía que subyace tras las políticas generadas por el llamado Consenso de Washington (1989), impuestas por Reagan y Thatcher tras la gran crisis mundial de la década de 1970.
Esta filosofía y las medidas aplicadas pusieron al mercado por encima de todo e institucionalizaron las liberalizaciones, privatizaciones, desregulación, reducción o eliminación de impuestos, la ausencia de control a los mercados de capitales… El Estado desaparece para dar el protagonismo a las empresas privadas.
Con ello, la desigualdad alcanzó cotas nunca vistas, creció y creció la industria armamentística y los presupuestos destinados a protección social se vieron drásticamente reducidos.
Traer a colación esto tiene mucho sentido cuando hablamos de que el planeta se ha plantado, ha dicho ya basta ante la depredación de la naturaleza y el medio ambiente que estas políticas y los seres humanos han provocado.
Precisamente de esto se habló en la presentación de la plataforma ‘Más allá del crecimiento’,celebrada en el Ateneo de Madrid el pasado 2 de diciembre.
Una iniciativa pionera que reúne a distintas organizaciones con una idea como denominador común: es preciso profundizar para hacer más de lo que estamos haciendoen materia de sostenibilidad. Hay que explorar nuevos modelos ecosociales que superen las limitaciones del actual sistema económico dominante basado en el relato productivista de permanente crecimiento, un relato que choca con la realidad que supone el carácter finito de los recursos naturales.
De las 21 entidades con las que ha arrancado esta plataforma*, 17 estuvieron presentes e intervinieron en la presentación. Y todas se refirieron de una u otra forma a la necesidad de la unidad, la colectividad, la solidaridad, abandonar los individualismos si queremos salvar (lo que se pueda) la vida y nuestro propio planeta.
Así lo hizo el economista José Manuel Naredo, que abrió el acto y afirmó que no podemos separar a la especie humana de la naturaleza, porque todo forma parte de la biosfera. Explicó que la idolatría al PIB es la constante de la economía oficial y denunció la búsqueda de nicho de negocios por parte de las grandes corporaciones, sin importarles el mal que puedan causar. “La apropiación de la riqueza es lo que se oculta en la metáfora de la producción”, explicó. Para buscar soluciones necesitamos un enfoque integrador. Cooperación. Solidaridad. Los movimientos sociales tienen mucha importancia en esta búsqueda de soluciones, dijo.
Attac, cuya área de Ecología Política ha sido la impulsora de esta Plataforma, recalcó que la necesidad del cambio es incuestionable. Las llamadas políticas de sostenibilidad están agotadas si nos atenemos a que tenemos los peores indicadores ecosociales de la humanidad (más gases de efecto invernadero, más deforestación, problemas críticos con el agua, afecciones a biodiversidad y salud, etc…); esas soluciones no han funcionado porque están basadas en la misma escala de valores de los problemas que pretenden reparar. Hay que ir más allá de la insuficiente sostenibilidad. Ya no podemos esperar, es preciso plantear un nuevo equilibrio entre los objetivos a corto y largo plazo sobre la base de que hay de que reducir algunos flujos metabólicos de materiales y energía, una reducción que solo puede hacerse cambiando las reglas del juego que los mueve.
De la dimensión internacional de la justicia climática global habló la representante de Alianza por la Solidaridad, quedenunció que el Norte castiga y el Sur sufre, que la crisis climática la ha creado el Norte, y que tiene que reconocer la deuda que tiene con el Sur.
Proteger el medio ambiente, nuestro entorno, exige también garantizar el derecho universal a la salud. Una salud que tiene que ser 100% pública, reclamó la representante de la Asociación Marea Blanca.
“La publicidad es el brazo armado del capitalismo”, afirmó la representante de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), que denunció el consumismo y cómo las grandes empresas crean necesidades ficticias en la población.
Por su parte, CCOO, uno de los dos sindicatos presentes, recalcó la necesidad de reducir la jornada laboral y de establecer una transición justa en el empleo. UGT coincidió en la reducción de la jornada laboral y afirmó que necesitamos tiempo para vivir y que tenemos que construir un futuro sostenible que ponga la vida en el centro.
Dos organizaciones de economistas, Economistas en Acción y Economistas Frente a la Crisis,consideran muy importante su participación en la plataforma. La primera dijo que hablar desde la economía es tomar tierra, y que hay que analizar cómo tomar tierra desde la coherencia y la realidad.
Con relación a la dana que han sufrido recientemente el País Valencià y Castilla-La Mancha, subrayó la importancia de aplicar políticas preventivas que atenúen las consecuencias dañinas de los desastres naturales. Si se hubiera hecho en Valencia los daños no habrían sido tan graves. Economistas Frente a la Crisis recalcó que hay que replantearse cómo piensan los economistas: “Es fundamental compartir opiniones y conocimiento, cambiar los modelos de enseñanza de la economía. Hay que trabajar por unas finanzas éticas”.
De las organizaciones ecologistas presentes, el representante de Ecologistas en Acciónseñaló la importancia de participar en la plataforma y habló de que la crisis social que vivimos se debe a que el capitalismo pasa por encima de la gente. Denunció que la guerra es un elemento principal del capitalismo. Y afirmó que no se puede crecer de forma infinita y que hay que ir más allá del capitalismo y buscar formas decrecentistas de bienestar. La representante de Greenpeacecomenzó preguntando ¿quién no quiere un mundo verde y en paz? Estamos sufriendo la degradación de la naturaleza y la humanidad está en jaque, pero los gobiernos fabrican armas y bloquean fronteras, indicó. Defendió también que es necesaria una reforma fiscal y denunció el chantaje de Repsol de irse a otro país si les suben los impuestos. Y Rebelión Científica XR, organización que está presente en 32 países, defendió la desobediencia civil como forma de protesta colectiva.“Tenemos técnicas y ciencia suficientes. Falta democracia”, sostuvieron.
Participaron también en este acto varias fundaciones: la Fundación Alternativas,que destacó la necesidad de economía circular. El Foro Transiciones, que alertó de que lo que está en riesgo es la vida tal y como la conocemos; que vienen tiempos muy duros, también en el corto plazo, y que hay que trabajar colectivamente y estar dispuestos a defender la democracia con ambición política. Y laFundación Nueva Cultura del Agua destacó el derecho humano al agua:“El agua es algo mágico. Es ubicua”. Desde su trabajo, también con el mundo agrario y rural, denunció la financiarización agraria. En cuanto a la dana, explicó que las inundaciones son puntuales y locales. Lo que perdura es la escasez, la sequía. En el agua ya estamos en decrecimiento.
La necesidad de cambiar el modelo de empresa fue señalada por el representante de ECooo,una empresa cooperativa sin ánimo de lucro, que defendió la necesidad de que existan este tipo de empresas y de que se hagan fuertes para poder desplazar a las empresas depredadoras. La misma idea fue destacada por la representante de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica,que habló del consumo de productos ecológicos frente al de productos contaminantes, denunció la brecha campo/ciudad y defendió el derecho a una alimentación que no destruya la naturaleza.
Por último, y como una de las tareas más urgentes, se habló de la necesidad de acabar con las guerras y la fabricación de armamento, mencionada por muchas de las organizaciones presentes. Es la línea que siguió el discurso principal del representante de Demos Paz, que destacó la conexión directa que hay entre lo ecosocial y la paz. Hoy hay 46 conflictos bélicos en el mundo, pero lo que necesitamos es una situación global de paz, es decir, de ausencia de violencia, y avanzar hacia la justicia social. Hace falta extender la cultura de la mediación y que establezcamos una nueva relación con la naturaleza: la paz ambiental.
Finalizó la presentación con la intervención del representante del área de Ecología de Attac, que invitó a participar a más organizaciones, afirmó el compromiso de coordinarnos con otros espacios dentro y fuera de España, de organizar debates y actos públicos, y de emprender con urgencia todas las tareas que sean necesarias porque vamos ya fuera de tiempo.
De esta manera ha dado su primer paso esta plataforma, que se halla en plena expansión y que tiene como objetivo impulsar un debate profundo y constructivosobre las alternativas al actual modelo económico desarrollista, fomentando la formación, la sensibilización y la acción colectiva de cara a visibilizar y fortalecer propuestas que pongan en el centro el bienestar de las personas y su seguridad, así como la del planeta que habitamos.
Quizás parezca que todo esto es una utopía, pero compartimos las palabras de Eduardo Galeano: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Se trata, en cualquier caso, de una utopía necesaria… casi imprescindible.
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*Organizaciones impulsoras de la Plataforma Más allá del crecimiento: Attac, Alianza por la Solidaridad, Amigos de la Tierra, Asociación Marea Blanca, CCOO, CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios), Demos Paz, Ecologistas en Acción, Economistas Frente a la Crisis, Economistas sin Fronteras, ECOOO, Foro Transiciones, Fundación Alternativas, Fundación Nueva Cultura del Agua, Greenpeace, Plataforma contra los Tratados de Libre Comercio, Plataforma Renta Básica Universal, Rebelión Científica XR, Sociedad Española de Agricultura Ecológica, UGT.
Lourdes Lucía es una de las fundadoras de Attac en España.
Alberto Fraguas forma parte del Área de Ecología Política de Attac.