La primera Evaluación Europea de Riesgos Climáticos identifica 36 riesgos climáticos que suponen una amenaza para la seguridad energética y alimentaria, los ecosistemas, las infraestructuras, los recursos hídricos, la estabilidad financiera y la salud de las personas de Europa.
Muestra que muchos de estos riesgos ya han alcanzado niveles críticos y pueden llegar a ser catastróficos si no se toman medidas urgentes y decisivas. Los conocimientos de esta evaluación, la primera de su tipo, se sintetizan para respaldar la formulación de políticas estratégicas.
Los riesgos se evalúan en los contextos de severidad del riesgo, horizonte de la política (plazo de entrega y horizonte de decisión), la preparación de las políticas y la asunción de riesgos. Además, prioridades para la acción política de la UE, sobre la base de una evaluación estructurada de riesgos con aspectos cualitativos, como considerar la justicia social.
Puntos clave:
- Europa es el continente del mundo que se calienta más rápidamente. Calor extremo se está volviendo más frecuente mientras que los patrones de precipitación son cambiantes. Los aguaceros y otras precipitaciones extremas están aumentando y en los últimos años se han producido inundaciones catastróficas en varias regiones. Al mismo tiempo, el sur de Europa puede esperar descensos considerables en lluvias y sequías más severas.
- Estos eventos, combinados con los factores de riesgo ambiental y social, plantean importantes desafíos en toda Europa. En concreto, comprometen la comida y el agua, la seguridad, la seguridad energética y la estabilidad financiera, así como la salud de la población y de trabajadores al aire libre. A su vez, esto afecta a la cohesión social y estabilidad. Al mismo tiempo, el cambio climático está afectando a las enfermedades terrestres, de agua dulce y ecosistemas marinos.
- El cambio climático es un multiplicador de riesgos que puede exacerbar los riesgos existentes. Los riesgos climáticos pueden trasladarse en cascada de un sistema o región a otra, incluso desde el mundo exterior a Europa y pueden conducir a los desafíos sistémicos que afectan a sociedades enteras, con grupos particularmente afectados. Algunos ejemplos son las megasequías que provocan inseguridad hídrica y alimentaria, interrupciones de infraestructuras críticas y amenazas a los mercados financieros y a la estabilidad.
- Al aplicar las escalas de severidad utilizadas en el Índice Europeo de Riesgo Climático varios riesgos climáticos ya han alcanzado niveles críticos. Si no se toman medidas decisivas ahora, la mayoría de los riesgos climáticos identificados podrían alcanzar niveles críticos o catastróficos a finales de este siglo. Centenares de miles de personas morirían a causa de las olas de calor.
- Los riesgos climáticos para los ecosistemas, las personas y la economía pueden dependen de factores no climáticos. Las políticas y acciones a nivel europeo y nacional pueden contribuir a reducir la estos riesgos en un grado muy significativo. La medida en que podemos evitar los daños dependerá de la rapidez con la que podamos reducir el efecto invernadero mundial, emisiones de gases de escape, y cuán rápida y eficazmente podemos preparar a nuestras sociedades y adaptarse a los impactos inevitables del cambio climático.
- La UE y sus Estados miembros han realizado progresos considerables en comprender los riesgos climáticos a los que se enfrentan y prepararse para ellos. Las evaluaciones nacionales de riesgos climáticos se utilizan cada vez más para informar sobre la adaptación desarrollo de políticas. La mayoría de los riesgos climáticos son propiedad conjunta de la UE y sus Estados miembros, por lo tanto, se requiere una acción adicional coordinada y urgente.
- Las políticas de adaptación pueden apoyar y entrar en conflicto con otros factores ambientales, objetivos de política social y económica. Por lo tanto, un enfoque político integrado que tenga en cuenta la pluralidad de objetivos políticos es esencial para garantizar la adaptación.
Informe completo disponible : AQUÍ