Recientemente se publicaba la edición del Informe Planeta Vivo 2022, que gira en torno a las conexiones entre crisis climática y sus repercusiones para las personas y la biodiversidad y a la construcción de un futuro positivo, justo y sostenible.
No existen soluciones universales para abordar estos desafíos complejos e interrelacionados, ni tampoco una única fuente de conocimientos. Por ese motivo, para elaborar esta edición han reunido una gran variedad de voces y diversas fuentes de conocimientos de todo el mundo.
Esta edición, la más exhaustiva hasta la fecha, muestra un descenso medio del 69% en la abundancia poblacional relativa de especies animales de todo el planeta entre 1970 y 2018. Latinoamérica registra el mayor declive regional de la abundancia poblacional media (94%) y, en cuanto a especies, las poblaciones de agua dulce muestran un mayor descenso general a nivel mundial (83%).
Ya hemos perdido el 17 % de la extensión original de los bosques, y otro 17 % está degradado163.
Análisis basado en datos de la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) que nos permite superponer las seis amenazas principales (agricultura, sobreexplotación, tala de árboles, contaminación, especies invasoras y cambio climático) para poder destacar los «puntos calientes de amenazas» de los vertebrados terrestres.
Un futuro positivo para la naturaleza necesita cambios transformadores en la forma en la que producimos, consumimos y en cómo gestionamos los sistemas de gobierno o el sistema financiero.
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